Bagelhead consiste en inyectarse una sustancia salina en la piel, lo cual hace que se luzca una...¿bonita? protuberancia. Dura tan sólo unas horas, pues el cuerpo absorbe la solución poco a poco y al día siguiente la piel vuelve a su estado normal.
Existen dos tipos para elegir, el primero, con forma redonda y un agujero en el medio (con forma de donuts :-D) y el segundo simplemente redondo. La solución puede inyectarse en cualquier zona del cuerpo, siendo la cara la más utilizada.
El proceso de infiltrado puede durar horas y cuando la solución salina se encuentra bajo la piel, se puede “modelar” a nuestro gusto. Las agujas no dejan marcas en la piel y se puede realizar tantas veces como se quiera.
Aquí tenéis algunas de las fotos que la revista Bizarre publicó, explicando ésta práctica.
Aunque estoy hablando de una práctica estética en el sentido literal de la palabra, creo que no es muy agradable a la vista, al menos para mí. Si alguna vez te animas a hacerte un bagelhead, por favor, ¡¡manda una foto!!
